“ Y David procedió a decir al Dios [verdadero]: “¿No fui yo el que dijo que se hiciera una numeración del pueblo, y no soy yo el que ha pecado e indisputablemente ha hecho mal? En cuanto a estas ovejas, ¿qué han hecho ellas? Oh Jehová mi Dios, que tu mano, por favor, venga a estar sobre mí y la casa de mi padre; pero no sobre tu pueblo, como azote”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)