“ Cuando todo Israel llegó a ver que el rey no les había escuchado, entonces el pueblo respondió al rey y dijo: “¿Qué parte nos corresponde a nosotros en David? Y no hay herencia en el hijo de Jesé. A tus dioses, oh Israel. ¡Ahora mira por tu propia casa, oh David!”. Con eso, Israel empezó a irse a sus tiendas.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)