“ Ante eso, el rey de Israel dijo a Jehosafat: “Todavía hay un hombre por medio de quien inquirir de Jehová; pero yo mismo ciertamente lo odio, porque no profetiza cosas buenas respecto a mí, sino malas... Micaya hijo de Imlá”. Sin embargo, Jehosafat dijo: “No diga el rey semejante cosa”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)