“ Y los hombres mismos de Israel se hallaban en severa estrechez en aquel día, y no obstante Saúl puso al pueblo bajo el compromiso de un juramento, diciendo: “¡Maldito es el hombre que coma pan antes del atardecer y hasta que me haya vengado de mis enemigos!”. Y ninguno del pueblo probó pan.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)