“ Por fin Saúl dijo a David: “Aquí está mi hija mayor Merab. Ella es la que te daré por esposa. Solo muéstrame que eres persona valiente y pelea las guerras de Jehová”. Pero en cuanto a Saúl, él decía para sí: “No llegue a estar mi mano sobre él, sino que llegue a estar sobre él la mano de los filisteos”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)