“ Y, por otra parte, tan ciertamente como que vive Jehová el Dios de Israel, que me ha retenido de hacerte perjuicio, si no te hubieras apresurado para venir a mi encuentro, ciertamente no le habría quedado a Nabal hasta la luz de la mañana nadie que orina contra la pared”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)