“ A su vez, Saúl dijo: “He pecado. Vuelve, hijo mío David, porque ya no te haré perjuicio, visto el hecho de que mi alma ha sido preciosa a tus ojos este día. ¡Mira! He obrado tontamente y estoy muy equivocado”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)