“ Y los príncipes de los filisteos se indignaron con él; y los príncipes de los filisteos pasaron a decirle: “Haz volver al hombre, y que se vuelva a su lugar donde lo asignaste; y no lo dejes bajar con nosotros a la batalla, para que no se haga un resistidor de nosotros en la batalla. ¿Y con qué ha de ponerse esta persona en una posición de favor para con su señor? ¿No será con las cabezas de aquellos hombres [nuestros]?
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)