“ Y cuando Jehová vio que se habían humillado, la palabra de Jehová vino a Semaya, diciendo: “Se han humillado. No los arruinaré, y dentro de poco tiempo ciertamente les daré un escape, y mi furia no se derramará sobre Jerusalén por mano de Sisaq.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)