“ Y ellos procedieron a ir a Hilquías el sumo sacerdote y a dar el dinero que se traía a la casa de Dios, el cual los levitas los guardas de la puerta habían recogido de la mano de Manasés y de Efraín y de todos los demás de Israel y de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)