“ Pero Jehoiadá el sacerdote dio orden a los jefes de centenas, los nombrados de la fuerza militar, y les dijo: “¡Sáquenla de dentro de las filas, y, en cuanto a cualquiera que vaya tras ella, que haya una ejecución de muerte a espada!”. Porque el sacerdote había dicho: “Que no se le dé muerte en la casa de Jehová”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)