“ Cuando Josías se volvió, llegó a ver las sepulturas que había allí en la montaña. De manera que envió y tomó los huesos de las sepulturas y los quemó sobre el altar, para hacerlo inservible para adoración, conforme a la palabra de Jehová que el hombre del Dios [verdadero] había proclamado, [aquel] que proclamó estas cosas.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)