2 REYES 9:25 Contexto

Y aconteció que, al momento en que Jehoram vio a Jehú, en seguida dijo: “¿Hay paz, Jehú?”. Pero él dijo: “¿Qué paz podría haber mientras haya las fornicaciones de Jezabel tu madre y sus muchas hechicerías?”. En seguida Jehoram dio la vuelta con las manos, para huir, y dijo a Ocozías: “¡Hay trampa, Ocozías!”. Y Jehú mismo llenó su mano con un arco y procedió a asaetear a Jehoram entre los brazos, de manera que la saeta le salió por el corazón, y él se desplomó en su carro de guerra. Ahora dijo a Bidqar su adjutor: “Álzalo; arrójalo en la porción del campo de Nabot el jezreelita; pues, recuerda: Yo y tú íbamos guiando tiros [de caballos] detrás de Acab su padre, y Jehová mismo alzó esta declaración formal contra él: ‘“Ciertamente vi ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos —es la expresión de Jehová—, y yo ciertamente te lo pagaré en esta porción de terreno”, es la expresión de Jehová’. Ahora, pues, álzalo; arrójalo en la porción de terreno, conforme a la palabra de Jehová”. Y Ocozías el rey de Judá mismo lo vio, y emprendió la fuga por el camino de la casa del jardín. (Más tarde Jehú se fue en seguimiento de él y dijo: “¡A él también! ¡Derríbenlo!”. De manera que lo derribaron mientras estaba en el carro, camino arriba a Gur, que está cerca de Ibleam. Y él continuó su huida hasta Meguidó y llegó a morir allí. Entonces sus siervos lo llevaron en un carro a Jerusalén, y así lo enterraron en su sepulcro con sus antepasados en la Ciudad de David.

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Referencia Cruzada de 2 REYES 9:25