“ A lo cual él dijo: “¡Bien! Yo mismo celebraré contigo un pacto. Solo una cosa hay que te pido, diciendo: ‘No puedes verme el rostro a menos que primero traigas a Mical, hija de Saúl, cuando vengas a ver mi rostro’”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)