“ En aquel tiempo Nabucodonosor el rey mismo se asustó, y se levantó de prisa. Respondía y decía a sus altos funcionarios reales: “¿No fueron tres los hombres físicamente capacitados que arrojamos atados en medio del fuego?”. Ellos respondían y decían al rey: “Sí, oh rey”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)