“ “En el primer año de Ciro el rey, Ciro el rey emitió una orden respecto a la casa de Dios en Jerusalén: Sea reedificada la casa como el lugar donde han de ofrecer sacrificios, y sus fundamentos han de fijarse —la altura de ella será de sesenta codos, su anchura de sesenta codos—,
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)