“ Y también que los vasos de oro y de plata de la casa de Dios que Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalén y trajo a Babilonia sean devueltos, para que lleguen al templo que está en Jerusalén, en su lugar, y sean depositados en la casa de Dios.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)