“ Porque me dio vergüenza pedir al rey una fuerza militar y hombres de a caballo que nos ayudaran contra el enemigo en el camino, porque habíamos dicho al rey: “La mano de nuestro Dios está sobre todos los que lo buscan para bien, pero su fuerza y su cólera están contra todos los que lo dejan”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)