EZEQUIEL 16:26 Contexto

Así que después de toda tu maldad (“¡ay, ay de ti!”, es la expresión del Señor Soberano Jehová) aconteció que te pusiste a edificar para ti un montículo y a hacer para ti una altura en toda plaza pública. En toda cabecera de camino edificaste tu altura, y empezaste a hacer de tu belleza algo detestable, y a despatarrar tus pies a todo el que pasaba, y multiplicar tus actos de prostitución. Y te pusiste a prostituirte con los hijos de Egipto, tus vecinos [que eran] grandes de carnes, y continuaste haciendo abundar tu prostitución para ofenderme. Y, ¡mira!, ciertamente extenderé mi mano contra ti, y disminuiré tu porción asignada, y te daré al [deseo del] alma de las mujeres que te odian, las hijas de los filisteos, las mujeres humilladas debido a tu camino respecto a la conducta relajada. ”’Y pasaste a prostituirte con los hijos de Asiria porque no había manera de satisfacerte, y seguiste prostituyéndote con ellos y tampoco conseguiste satisfacción. De modo que seguiste haciendo abundar tu prostitución para con la tierra de Canaán, para con los caldeos; y aun en esto no conseguiste satisfacción.

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Referencia Cruzada de EZEQUIEL 16:26