“ Los hijos de Arvad, aun tu fuerza militar, estuvieron sobre tus muros todo en derredor, y hombres valerosos eran los que se hallaban en tus propias torres. Sus escudos circulares colgaron en tus muros todo en derredor. Ellos mismos perfeccionaron tu belleza.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)