“ En Edén, el jardín de Dios, resultaste estar. Toda piedra preciosa fue tu cobertura: rubí, topacio y jaspe; crisólito, ónice y jade; zafiro, turquesa y esmeralda; y de oro era la hechura de tus engastes y tus encajaduras en ti. El día en que fuiste creado fueron alistadas.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)