“ Y ciertamente haré de la tierra de Egipto un yermo desolado en medio de tierras desoladas; y sus propias ciudades llegarán a ser un yermo desolado en medio mismo de ciudades devastadas por cuarenta años; y ciertamente esparciré a los egipcios entre las naciones y los dispersaré entre las tierras”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)