“ para que ninguno de los árboles regados se haga alto en su estatura, o ponga su punta hasta entre las nubes, y para que ninguno que bebe agua se ponga de pie contra ellos en su altura, porque ciertamente todos ellos serán dados a la muerte, a la tierra allá abajo, en medio de los hijos de la humanidad, a los que van bajando al hoyo’.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)