“ [Otros] cedros no lo igualaban en el jardín de Dios. En cuanto a los enebros, no se le parecían respecto a sus ramas mayores. Y los plátanos mismos no resultaban como él en ramas. Ningún [otro] árbol del jardín de Dios se le parecía en su belleza.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)