“ Ahora bien, la mano misma de Jehová había llegado a estar sobre mí en la tarde antes de la venida del escapado, y Él procedió a abrirme la boca antes de la venida [de aquel] a mí por la mañana, y mi boca fue abierta y ya no resulté estar mudo.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)