“ Y aconteció que, al ver la nariguera, y los brazaletes en las manos de su hermana, y al oír las palabras de Rebeca su hermana, que decía: “De esta manera me habló el hombre”, entonces vino al hombre, y allí estaba él, de pie al lado de los camellos, junto a la fuente.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)