GENESIS 31:41 Contexto

Estos veinte años he estado contigo. Tus ovejas y tus cabras no sufrieron abortos, y los carneros de tu rebaño nunca comí. El animal despedazado no te lo llevaba a ti. Yo mismo sufría la pérdida de él. Si uno era hurtado de día o si era hurtado de noche, de mi mano lo demandabas. Ha sido mi experiencia que de día el calor me consumía, y de noche el frío, y el sueño huía de mis ojos. Van ya para mí veinte años en tu casa. Te he servido catorce años por tus dos hijas y seis años por tu rebaño, y seguiste cambiando mi salario diez veces. Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Pavor de Isaac, no hubiera resultado estar de parte mía, me habrías enviado ahora con las manos vacías. Mi miseria y el afán de mis manos los ha visto Dios, de modo que te censuró anoche”. Entonces, en respuesta Labán dijo a Jacob: “Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y el rebaño mi rebaño, y todo aquello que estás mirando es mío y de mis hijas. ¿Qué puedo hacer hoy contra estas o contra sus hijos que ellas han dado a luz? Y ahora, ven, celebremos un pacto, yo y tú, y tiene que servir de testigo entre yo y tú”.

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Referencia Cruzada de GENESIS 31:41