“ se puso a gritar a los hombres de su casa y a decirles: “¡Miren! Él nos trajo un hombre, un hebreo, para hacer de nosotros un hazmerreír. Este vino a mí para acostarse conmigo, pero yo me puse a gritar a voz en cuello.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)