GENESIS 42:24 Contexto

Y empezaron a decirse uno a otro: “Indisputablemente somos culpables tocante a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando suplicaba de nosotros que tuviéramos compasión, pero no escuchamos. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia”. Entonces les contestó Rubén, y dijo: “¿No les dije yo: ‘No pequen contra el niño’, pero no escucharon? Y ahora, miren, su sangre ciertamente está siendo reclamada”. En cuanto a ellos, no sabían que José estaba escuchando, porque había un intérprete entre ellos. Por consiguiente, él se apartó de ellos y empezó a llorar. Entonces volvió a ellos y les habló y tomó de ellos a Simeón y lo ató ante los ojos de ellos. Después de eso José dio el mandato, y se pusieron a llenarles de grano sus receptáculos. Además, habían de devolver el dinero de los hombres al saco individual de cada uno y darles provisiones para el viaje. En efecto, así se hizo con ellos. De modo que ellos cargaron sus cereales sobre sus asnos y procedieron a irse de allí. Cuando uno abrió su saco para dar pienso a su asno en el lugar de alojamiento, llegó a ver su dinero, y aquí estaba en la boca de su costal.

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