“ Mi propio corazón clama a causa de Moab mismo. Sus fugitivos ya han llegado hasta Zóar [y] Eglat-selisiyá. Porque por la cuesta de Luhit... con llanto [cada] uno sube por ella; porque por el camino de Horonaim levantan el alarido acerca de la catástrofe.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)