ISAIAS 38:16 Contexto

Me he sosegado hasta la mañana. Como un león, así sigue quebrando todos mis huesos; desde la primera luz del día hasta la noche sigues entregándome. Como el vencejo, el bulbul, así sigo chirriando; sigo zureando como la paloma. Mis ojos han mirado con languidez a la altura: ‘Oh Jehová, estoy bajo opresión. Sé respaldo para mí’. ¿Qué hablaré, y [qué], realmente, me dirá él? Él mismo también ha actuado. Sigo andando solemnemente todos mis años en la amargura de mi alma. ‘Oh Jehová, a causa de eso ellos siguen viviendo; y como sucede con todos, en eso está la vida de mi espíritu. Y tú me restaurarás a salud y ciertamente me conservarás vivo. ¡Mira! Por paz tuve lo que era amargo, sí, amargo; y tú mismo te has apegado a mi alma [y la has guardado] del hoyo de la desintegración. Porque has arrojado tras tus espaldas todos mis pecados. Porque no es el Seol lo que puede elogiarte; la muerte misma no puede alabarte. Los que bajan al hoyo no pueden contemplar con esperanza tu apego a la verdad. El vivo, el vivo, él es el que puede elogiarte, tal como yo puedo este día. El padre mismo puede dar conocimiento a sus propios hijos respecto a tu apego a la verdad.

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Referencia Cruzada de ISAIAS 38:16