“ Pues en mí las islas mismas seguirán esperando, las naves de Tarsis también como al principio, para traer a tus hijos desde lejos, y con ellos su plata y su oro, al nombre de Jehová tu Dios y al Santo de Israel, porque él te habrá hermoseado.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)