“ Ante eso, el rey Sedequías juró a Jeremías en el escondrijo, y dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová, que nos ha hecho esta alma, de veras no te daré muerte, y ciertamente no te daré en la mano de estos hombres que buscan tu alma”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)