JOB 29:12 Contexto

Príncipes mismos restringían palabras, y la palma de la mano se ponían sobre la boca. La voz de los caudillos mismos estaba escondida, y la lengua misma se les pegaba al paladar. Porque el oído mismo escuchaba y procedía a pronunciarme feliz, y el ojo mismo veía y procedía a dar testimonio a favor de mí. Porque yo libraba al afligido que clamaba por ayuda, y al huérfano de padre y a cualquiera que no tuviera ayudador. La bendición del que estaba a punto de perecer... sobre mí venía, y el corazón de la viuda yo alegraba. Con justicia me vestí, y esta me vestía. Mi equidad era como vestidura sin mangas... y turbante. Ojos llegué a ser yo para el ciego; y pies para el cojo era yo.

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Referencia Cruzada de JOB 29:12