“ Y tiene que suceder que si alguien sale de las puertas de tu casa al descubierto, su sangre estará sobre su propia cabeza, y nosotros estaremos libres de culpa; y en cuanto a todo el que continúe contigo en la casa, su sangre estará sobre nuestra cabeza si sobre él viniera mano alguna.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)