“ Entonces Josué hizo que en aquel tiempo en particular se pronunciara un juramento, y dijo: “Maldito sea delante de Jehová el hombre que se levante y de veras edifique esta ciudad, aun a Jericó. Pagando con la pérdida de su primogénito eche los fundamentos de ella, y pagando con la pérdida del menor de los suyos ponga sus puertas”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)