“ Y los hombres de Hai empezaron a volverse y a mirar, y sucedió que el humo de la ciudad ascendía a los cielos, y resultó que no hubo en ellos poder para huir por acá ni por allá. Y la gente que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra los perseguidores.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)