“ Sin embargo, el hombre no consintió en pasar la noche allí, sino que se levantó y se puso en marcha, y llegó hasta enfrente de Jebús, es decir, Jerusalén; y con él estaban el par de asnos aparejados, y su concubina y su servidor.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)