“ Y ¡mire!, allí venía Barac en persecución de Sísara. Jael ahora salió a su encuentro y le dijo: “Ven, y te mostraré al hombre que estás buscando”. De modo que él entró donde ella estaba, y, ¡mire!, allí yacía Sísara muerto, con la estaca en las sienes.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)