LUCAS 8:25 Contexto

En el transcurso de uno de los días, él y sus discípulos entraron en una barca, y él les dijo: “Pasemos al otro lado del lago”. De modo que se hicieron a la vela. Pero, mientras navegaban, él se durmió. Ahora bien, una violenta tempestad de viento descendió sobre el lago, e iban llenándose de [agua] y estaban en peligro. Por fin fueron a él y lo despertaron, diciendo: “¡Instructor, Instructor, estamos a punto de perecer!”. Despertándose, él reprendió al viento y al furor del agua, y estos se apaciguaron, y sobrevino una calma. Entonces les dijo: “¿Dónde está su fe?”. Pero ellos, sobrecogidos de temor, se maravillaban, y se decían unos a otros: “¿Quién, realmente, es este, porque ordena hasta a los vientos y al agua, y le obedecen?”. Y arribaron al país de los gerasenos, que está en el lado opuesto a Galilea. Pero al salir él a tierra se encontró con él cierto varón de la ciudad, [uno] que tenía demonios. Y hacía mucho tiempo que no se ponía ropa, y no se quedaba en casa, sino entre las tumbas. Al ver a Jesús, dio un grito y cayó delante de él, y en voz fuerte dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes”.

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Referencia Cruzada de LUCAS 8:25