MARCOS 4:37 Contexto

Verdaderamente, sin ilustración no les hablaba, pero privadamente explicaba a sus discípulos todas las cosas. Y en aquel día, al anochecer, les dijo: “Pasemos a la otra ribera”. Por eso, después de haber despedido ellos a la muchedumbre, lo llevaron en la barca, tal como estaba, y había con él otras barcas. Ahora bien, estalló una grande y violenta tempestad de viento, y las olas seguían lanzándose dentro de la barca, de modo que faltaba poco para que la barca se llenara. Pero él estaba en la popa, durmiendo sobre una almohada. De modo que lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que estemos a punto de perecer?”. Con eso, él se despertó, y reprendió al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Calla!”. Y el viento se apaciguó, y sobrevino una gran calma. De modo que les dijo: “¿Por qué se acobardan? ¿Todavía no tienen fe?”.

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Referencia Cruzada de MARCOS 4:37