“ En cuanto a las muchedumbres, los que iban delante de él y los que seguían, clamaban: “¡Salva, rogamos, al Hijo de David! ¡Bendito es el que viene en el nombre de Jehová! ¡Sálvalo, rogamos, en las alturas!”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)