“ por favor, deja que tu oído se ponga atento y tus ojos estén abiertos, para escuchar la oración de tu siervo, que yo estoy orando delante de ti hoy, día y noche, acerca de los hijos de Israel tus siervos, a la vez que hago confesión respecto a los pecados de los hijos de Israel con que hemos pecado contra ti. Hemos pecado, tanto yo como la casa de mi padre.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)