“ Y ahora nuestra carne es lo mismo que la carne de nuestros hermanos; nuestros hijos son lo mismo que sus hijos, pero aquí estamos reduciendo a nuestros hijos y nuestras hijas a esclavos, y hay algunas de nuestras hijas ya reducidas [así]; y no hay poder en nuestras manos mientras nuestros campos y nuestras viñas pertenezcan a otros”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)