“ Y Nehemías, es decir, el Tirsatá, y Esdras el sacerdote, el copista, y los levitas que instruían a la gente procedieron a decir a todo el pueblo: “Este mismísimo día es santo a Jehová su Dios. No se den al duelo ni lloren”. Porque todo el pueblo estaba llorando mientras oía las palabras de la ley.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)