“ tú, sí, tú, en tu abundante misericordia no los dejaste en el desierto. La columna de nube misma no se apartó de sobre ellos de día para guiarlos en el camino, ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino en que habían de ir.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)