“ Respondió el sacerdote: "Ahí está la espada de Goliat, el filisteo que mataste en el valle del Terebinto. Está envuelta en un paño detrás del efod; si deseas, tómala; porque aquí no hay más que ésa." Dijo David: "Dámela, no hay otra como ella."
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)