“ Volvió el rey a enviarle un tercer jefe con cincuenta hombres. Este, al llegar, cayó de rodillas ante Elías y le dirigió estas palabras: "Hombre de Dios, te ruego que me perdones, así como a mis cincuenta hombres; todos somos siervos tuyos.
.”
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)