< Anterior |
Siguiente > |
1 Profecía sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio. Cierto, de noche fue destruida Kir de Moab, reducida a silencio.
2 Subió a Bayit y a Dibón, lugares altos, a llorar; sobre Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada, y toda barba rasurada.
3 Se ceñirán de cilicio en sus calles; en sus terrados y en sus plazas aullarán todos, deshaciéndose en llanto.
4 Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que aullarán los guerreros de Moab, se lamentará el alma de cada uno dentro de él.
5 Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando, y levantarán grito de quebrantamiento por el camino de Horonaim.
6 Las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba, se marchitarán los retoños, todo verdor perecerá.
7 Por tanto, las riquezas que habrán adquirido, y las que habrán reservado, las llevarán al torrente de los sauces.
8 Porque el llanto rodeó los límites de Moab; hasta Eglaim llegó su alarido, y hasta Beer-elim su clamor.
9 Y las aguas de Dimón se llenarán de sangre; porque yo traeré sobre Dimón males mayores, leones a los que escaparen de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra.
1 Profecía sobre Moab. Bastó con una noche: Ar-Moab quedó toda en silencio. Bastó con una noche: Quir-Moab fue destruida,
2 Sube la gente de Dibón, para llorar en los santuarios altos; en el Nebo y en el Madaba gime Moab. Llevan el pelo cortado al rape y la cara afeitada;
3 En las calles y las azoteas. se ven cubiertos de saco; en las plazas, todos están de duelo, no se oye más que lamentaciones.
4 Jesebón y Elealé gritan, hasta Jahas se oye su voz. Por eso se conmueven los valientes de Moab y tiembla su alma.
5 Mi corazón está de duelo por Moab, por sus fugitivos que llegan hasta Soar. Por la cuesta de Luhit suben llorando, por el camino de Joronaim lanzan gritos desgarradores.
6 Las vegas de Nimrín son ahora un terreno abandonado, pues se secó la hierba, desapareció el pasto y se acabó el verdor.
7 Por eso, llevan sus provisiones, lo que les queda, al otro lado del arroyo de los Sauces.
8 Los alaridos han despertado toda la tierra de Moab; el griterío se siente hasta en Eglaim y su eco hasta en Beer-Elim. Las lagunas de Dimón están rojas de sangre. pues mando un nuevo castigo sobre Dimón: envío un león contra los sobrevivientes de Moab y contra aquellos que queden en el país.