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JUAN 7 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.

2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;

3 y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

4 Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.

5 Porque ni aun sus hermanos creían en él.

6 Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.

7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.

8 Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.

9 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea.

10 Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto.

11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?

12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.

13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.

14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.

15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?

16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.

18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?

20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?

21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.

22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre.

23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?

24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

25 Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle?

26 Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?

27 Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.

28 Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.

29 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.

30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

31 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

32 Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.

33 Entonces Jesús dijo: {Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.

34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.

35 Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?

36 ¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?

37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

41 Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?

42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?

43 Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.

44 Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano.

45 Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído?

46 Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!

47 Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?

48 ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos?

49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.

50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos:

51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?

52 Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.

53 Cada uno se fue a su casa;

  X


1 Después de esto, Jesús iba de un lugar a otro por Galilea; no quería estar en Judea porque los judíos deseaban matarle.

2 Se acercaba la fiesta de los judíos llamada de Tiendas.

3 Sus hermanos le dijeron: "No te quedes aquí, vete a Judea para que tus discípulos de allí vean las obras que realizas.

4 Si uno quiere sobresalir, no actúa a escondidas. Tú, que haces maravillas, date a conocer al mundo."

5 Sus hermanos hablaban así porque no creían en él.

6 Jesús les contestó: "Todavía no ha llegado mi tiempo, mientras que para ustedes todo tiempo es bueno.

7 El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí que me odia, porque yo muestro que sus obras son malas.

8 Suban ustedes a la fiesta; yo no voy a esta fiesta, porque mi tiempo aún no ha llegado."

9 Así habló Jesús y se quedó en Galilea.

10 Solamente después que sus hermanos fueron a la fiesta subió él también, pero sin decirlo y como en secreto.

11 Los judíos lo estaban buscando durante la fiesta y preguntaban: "¿Dónde está ése?"

12 Corrían muchos comentarios sobre él entre la gente. Unos decían: "Es muy buena persona." Otros replicaban: "En absoluto, ése está engañando al pueblo."

13 Pero nadie hablaba abiertamente de él por miedo a los judíos.

14 Hacia la mitad de la semana de la fiesta, Jesús subió al Templo y se puso a enseñar.

15 Los judíos, admirados, decían: "¿Cómo puede conocer las Escrituras sin haber tenido maestro?"

16 Jesús les contestó: "Mi doctrina no viene de mí, sino del que me ha enviado.

17 El que haga la voluntad de Dios conocerá si mi doctrina viene de él o si hablo por mi propia cuenta.

18 El que habla en nombre propio busca su propia gloria. Pero el que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es un hombre sin maldad y que dice la verdad."

19 "Moisés les dio la Ley, ¿no es cierto? Pero si ninguno de ustedes cumple la Ley, ¿por qué quieren matarme?"

20 Le gritaron: "Eres víctima de un mal espíritu. ¿Quién quiere matarte?"

21 Jesús les respondió: "Esta no es más que mi primera intervención, y todos ustedes están desconcertados.

22 Pero miren: Moisés les ha dado la circuncisión (aunque en realidad no viene de Moisés sino de los patriarcas) y ustedes hacen la circuncisión incluso en día sábado.

23 Un hombre debe recibir la circuncisión, aunque sea sábado, para no quebrantar la ley de Moisés; entonces, ¿por qué se enojan conmigo porque he salvado al hombre entero en día sábado?

24 No juzguen por las apariencias, sino que juzguen lo que es justo."

25 Algunos habitantes de Jerusalén decían: "Pero, ¿no es éste al que quieren matar?

26 Ahí lo tienen hablando con toda libertad y no le dicen nada. ¿Será tal vez que nuestros dirigentes han reconocido que él es el Mesías?

27 Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene."

28 Entonces Jesús dijo en voz muy alta mientras enseñaba en el Templo: "Ustedes dicen que me conocen. Ustedes saben de dónde vengo. Sepan que yo no he venido por mi propia cuenta: quien me envía es el Verdadero, y ustedes no lo conocen.

29 El es el que me ha enviado, y yo lo conozco porque vengo de él."

30 Los judíos hubieran querido llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima porque todavía no había llegado su hora.

31 De todos modos, muchos del pueblo creyeron en él y decían: "Cuando venga el Mesías, ¿hará más señales milagrosas que este hombre?"

32 Los fariseos se enteraron de los comentarios que hacía la gente sobre Jesús y, de acuerdo con los jefes de los sacerdotes, enviaron guardias del Templo para detenerlo.

33 Entonces Jesús dijo: "Todavía estaré con ustedes un poco más de tiempo, y después me iré al que me ha enviado.

34 Ustedes me buscarán, pero no me encontrarán, porque ustedes no pueden venir donde yo estoy."

35 Los judíos se preguntaban: "¿Adónde piensa ir éste para que no lo podamos encontrar? ¿Querrá tal vez visitar a los judíos dispersos entre los griegos y enseñar a los mismos griegos?

36 ¿Qué quiere decir con eso de: "Me buscarán y no me encontrarán", y "Ustedes no pueden venir donde yo estoy"?"

37 El último día de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto en pie, exclamó con voz potente: "El que tenga sed, que venga a mí, y que beba

38 el que cree en mí. Lo dice la Escritura: De él saldrán ríos de agua viva."

39 Decía esto Jesús refiriéndose al Espíritu Santo que recibirían los que creyeran en él. Todavía no se comunicaba el Espíritu, porque Jesús aún no había entrado en su gloria.

40 Muchos de los que escucharon esto decían: "Realmente este hombre es el Profeta."

41 Unos afirmaban: "Este es el Mesías." Pero otros decían: "¿Cómo va a venir el Mesías de Galilea?

42 ¿No dice la Escritura que el Mesías es un descendiente de David y que saldrá de Belén, la ciudad de David?"

43 La gente, pues, estaba dividida a causa de Jesús.

44 Algunos querían llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima.

45 Cuando los guardias del Templo volvieron a donde los sacerdotes y los fariseos, les preguntaron: "¿Por qué no lo han traído?"

46 Los guardias contestaron: "Nunca hombre alguno ha hablado como éste."

47 Los fariseos les dijeron: "¿También ustedes se han dejado engañar?

48 ¿Hay algún jefe o algún fariseo que haya creído en él?

49 Pero esa gente que no conoce la Ley, ¡son unos malditos!"

50 Les respondió Nicodemo, el que había ido antes a ver a Jesús y que era uno de ellos. Dijo:

51 "¿Acaso nuestra ley permite condenar a un hombre sin escucharle antes y sin averiguar lo que ha hecho?"

52 Le contestaron: "¿También tú eres de Galilea? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no salen profetas."

53 Y se fue cada uno a su casa.